Las tomates son una verdura popular que podemos cultivar nosotros mismos.
La siembra de tomates desde semillas es bastante sencilla, pero es necesario seguir algunas pautas para obtener la mejor cosecha.
Cuándo sembrar:
El momento ideal para sembrar tomates es de febrero a marzo. Durante este período, hay suficiente luz y calor para que las semillas germinen y las plántulas se desarrollen bien.
Qué necesitaremos:
Macetas o bandejas de siembra
Sustrato de siembra
Pinzas
Film plástico
Preparación del sustrato:
El sustrato de siembra debe ser ligero, permeable y rico en nutrientes.
Podemos comprarlo en una tienda de jardinería o prepararlo nosotros mismos.
Si lo preparamos nosotros mismos, mezclamos tierra de jardín, compost y arena en las mismas proporciones.
Siembra:
Llenamos las macetas o bandejas de siembra con el sustrato hasta aproximadamente 1 cm por debajo del borde.
Compactamos ligeramente el sustrato y regamos. Sembramos las semillas de tomate a una profundidad de aproximadamente 0,5 cm.
Debe haber aproximadamente 1 cm de espacio entre cada semilla.
Después de sembrar, cubrimos las semillas con una capa delgada de sustrato y presionamos ligeramente.
Cubrimos las macetas o bandejas de siembra con film plástico para mantener la humedad.
Cuidado de las plántulas:
Mantener el sustrato en las macetas o bandejas de siembra constantemente húmedo, pero no empapado.
Durante la germinación, es importante que la temperatura en la habitación esté alrededor de 20 °C.
Cuando aparezcan las primeras plántulas, retiramos el film plástico.
Regamos y fertilizamos regularmente las plántulas.
Trasplante:
Cuando las plántulas crezcan y tengan dos hojas verdaderas, es necesario trasplantarlas a macetas individuales.
Al trasplantar, sacamos cuidadosamente las plántulas de la maceta y las colocamos en una nueva maceta de manera que las raíces estén en la tierra.
Trasplante al exterior:
Una vez pasado el peligro de las heladas, podemos trasplantar las plántulas de tomate al exterior. Las plántulas deben tener al menos 10 cm de altura.
Con un poco de cuidado, podemos cultivar plántulas de tomate sanas y fuertes que nos brinden una cosecha abundante.