Cultivar Pimientos en Macetas o Contenedores en España
Muchas personas en España no pueden esperar para tener pimientos frescos para comer cada vez que se presente la oportunidad. Poder disfrutar de productos cultivados en casa es ciertamente mucho más delicioso que elegir comprar verduras del supermercado.
Afortunadamente, todos en España pueden cultivar pimientos en sus propios hogares, ya que todo lo que se necesita es un poco de tierra, algunas semillas, macetas y contenedores. No hay límites en cuanto al tipo de pimiento, ya que todas las especies requieren el mismo tratamiento.
Diferentes Variedades de Pimientos
Antes de cualquier otra cosa, debes elegir la variedad de pimiento que tienes la intención de cultivar. Definitivamente optar por variedades enanas es más conveniente, ya que requieren menos espacio para crecer y pueden hacerlo más rápidamente en comparación con otros tipos de pimientos.
Luego necesitas dedicar tiempo a seleccionar el recipiente o maceta adecuada. Es preferible utilizar contenedores moderadamente profundos, ya que es mejor crear humedad para fomentar el crecimiento de las verduras. Luego viene la tierra, que debe ser rica en nutrientes y tratada para evitar la aparición de plagas.
El Nacimiento y Crecimiento de los Pimientos
Una vez que hayas hecho todo esto, deberás plantar las semillas a unos pocos centímetros de profundidad en la superficie. Es muy importante dejar unos centímetros entre cada semilla, para que cada una pueda crecer de la mejor manera posible. La maceta debe colocarse en un área muy brillante expuesta a la luz solar. Las semillas deben germinar en aproximadamente 15 días.
Esto será seguido por la fase de trasplante, que se llevará a cabo cuando las semillas den vida a las plántulas que requieren más espacio para crecer de la mejor manera posible. Por supuesto, será necesario regar las plantas de pimiento con frecuencia y proporcionarles un fertilizante natural que se esparcirá cada 15 días más o menos.
Puede ser necesario podar las plantas, eliminando las hojas enfermas y cosechando los primeros frutos. Cuando el pimiento esté lo suficientemente maduro, se puede cosechar, pero ten cuidado de no dañar las ramas de la planta. Y ahí lo tienes: ¡fantásticos pimientos siempre listos para el consumo!