Cómo propagar Rosas usando papel higiénico muy fácilmente

La utilidad de usar papel higiénico para propagar Rosas

Cuando se cultivan rosas a partir de esquejes, la humedad desempeña un papel fundamental en el desarrollo de las raíces.

El papel higiénico atrapa la humedad en la parte inferior del tallo, lo que lo mantiene húmedo de forma muy uniforme, aumentando así las posibilidades de éxito de la propagación.

Puedes hacerlo desde la primavera hasta principios del otoño para mejores resultados, pero si lo haces dentro de la casa donde la temperatura supera los 10 grados C entonces puedes intentarlo en invierno también.

Propagar Rosas a partir de esquejes usando papel higiénico paso a paso

1. Obtén esquejes sanos

Para que esta técnica funcione perfectamente, tienes que empezar con esquejes sanos y jóvenes. Recorta tallos de 15 a 20 cm de largo de una planta frondosa utilizando una tijera afilada y desinfectada.

Consejo: Los esquejes semiduros son fáciles de enraizar y dan los mejores resultados.

2. Recorta las hojas

Elimina las hojas de los tallos para que toda la energía de la planta se dirija al crecimiento de nuevas raíces.

Si prefieres puedes dejar dos o tres hojas en la parte superior del tallo, pero córtalas por la mitad para evitar el estrés.

3. Haz un corte en ambos extremos

Corta los dos extremos de cada tallo, pero el corte de la parte inferior debe ser en un ángulo de 45°.

Esto aumentará en gran medida las posibilidades de propagación ya que las raíces podrán formarse más fácilmente.

4. Enrolla los tallos con papel higiénico

Sumerge el extremo que vas a cubrir en una hormona de enraizamiento (opcional) y enrolla los tallos con 3 o 4 capas de papel higiénico. No los enrolles demasiado y no los cubras más de la mitad, ya que dificultarás el suministro de aire.

También puedes utilizar servilletas de papel, diarios viejos que sean en blanco y negro o cualquier otro papel que se descomponga fácilmente para este fin.

5. Mojar uniformemente

Después de envolver todos los tallos, rocía un poco de agua sobre el papel higiénico hasta que se empape por completo. Exprime el agua sobrante. Además, ten cuidado con las espinas al manipular los tallos.

6. Prepara una maceta

Coge una maceta de tamaño medio y llénala de cualquier mezcla para macetas que drene bien. Puedes hacerla mezclando en partes iguales tierra de jardín, compost y arena de río.

No la llenes del todo por ahora, sólo rellena un cuarto del fondo con el medio de cultivo.

7. Coloca los esquejes

Ahora, coloca todos los esquejes en la maceta, como se muestra en la imagen anterior. No los introduzcas en el medio de cultivo. Además, asegúrate de no dañar el papel higiénico.

Luego, cubre los esquejes con tierra hasta el 50 o 75 por ciento de su altura. Recuerda que no debes cubrir o enterrar los esquejes en el medio de cultivo por completo; la tierra sólo debe cubrir hasta el papel higiénico.

Una vez hecho esto, rocía con agua uniformemente el medio de cultivo y los esquejes, hazlo hasta que el agua salga por los agujeros de drenaje de la maceta.

8. Deja que crezcan

Coloca la maceta en un lugar donde reciba mucha luz brillante e indirecta, el sol directo no es bueno cuando los esquejes están comenzando a desarrollar raíces, pueden recibir algo de sol, pero en horas del día que no sea muy fuerte.

Riega regularmente para mantener la tierra ligeramente húmeda, pero trata de que no esté muy empapada, ya que puede traer problemas a las pequeñas raíces.

9. Comprueba el crecimiento

Al cabo de 2 a 4 semanas, verás crecer nuevas hojas, es el momento de sacar con cuidado el esqueje de la maceta y examinar si hay signos de crecimiento de las raíces. Si aún no vez raíces coloca nuevamente el esqueje en la tierra y espera unos días más.

Si vez que se han formado, puedes plantar los esquejes en macetas o en tu jardín a pleno sol, y pronto se convertirán en prósperas plantas llenas de hermosas y perfumadas flores de rosa.

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