¿Cómo riegas tus plantones? No importa. Recuérdalo antes de que sea demasiado tarde.

¿Riegas tus plántulas con agua del grifo? ¡No es lo mismo! ¡Recuerda esto antes de que sea demasiado tarde!

El riego planificado correctamente es crucial para el bienestar y el desarrollo saludable de tus plántulas. ¿Lo sabías?

Hay muchos medios que pueden ayudar en el desarrollo de las plántulas, pero sobre todo debemos regarlas correctamente.

¿Qué agua es la mejor para regar las plántulas?

Las plantas absorben mejor el agua que tiene un bajo contenido de sales minerales y diversas impurezas.

Las plantas necesitan minerales en pequeñas cantidades, pero su exceso definitivamente les hace daño. Por lo tanto, la conclusión es que el agua para regar las plántulas no debe ser dura.

Este tipo de agua tiene una tensión superficial elevada y es rica en compuestos de cloro.

El cloro reduce el contenido de ácidos orgánicos, lo que puede afectar negativamente el sabor de las frutas y verduras.

También contribuye a la acumulación excesiva de agua en los tejidos, lo que reduce la utilidad y la durabilidad del procesamiento. Regar las plantas con agua rica en compuestos de cloro también resulta en un crecimiento más lento.

Se supone que el agua ideal para regar las plántulas es agua obtenida de un río o lago limpio, de nieve derretida o de agua de lluvia.

Si no tenemos acceso a este tipo de agua y nuestra única opción es el agua dura del grifo, debemos prepararla antes de usarla.

El proceso de preparación es simple y consiste en dejar reposar el agua durante 2 días en un recipiente abierto, lo que nos permitirá eliminar el cloro, que se evaporará durante este tiempo.

Sin embargo, el reposo no resolverá el problema de las sales, por lo que será necesario filtrar el agua para deshacernos de ellas.

Alternativamente, podemos usar agua embotellada con la menor cantidad posible de minerales o agua hervida.

Recuerda: el agua helada directamente del grifo es la peor opción posible para las plántulas jóvenes.

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