A continuación, te explico cómo puedes cultivar romero a partir de esquejes en agua y luego trasplantarlos a macetas:
- Selecciona los esquejes: Para comenzar, elige ramas saludables de romero de al menos 10 cm de longitud. Prefiere las ramas que no tengan flores y que tengan un crecimiento vigoroso. Corta los esquejes con una herramienta afilada y asegúrate de hacer un corte limpio justo por debajo de un nodo (donde las hojas se unen al tallo).
- Prepara los esquejes: Una vez que hayas seleccionado los esquejes, retira las hojas inferiores a lo largo de la parte inferior de cada esqueje. Esto ayudará a evitar que las hojas entren en contacto con el agua y se pudran. También puedes cortar las hojas restantes por la mitad para reducir la pérdida de agua por transpiración.
- Coloca los esquejes en agua: Llena un vaso o frasco con agua limpia y coloca los esquejes de romero dentro. Asegúrate de sumergir al menos un par de nodos en el agua para que puedan desarrollar raíces. Coloca el recipiente en un lugar cálido y luminoso, pero evita la luz solar directa.
- Cambia el agua regularmente: Es importante cambiar el agua cada dos días para mantenerla fresca y oxigenada. Esto ayudará a prevenir la proliferación de bacterias y asegurará un ambiente propicio para el enraizamiento de los esquejes.
- Observa el crecimiento de las raíces: Después de unas semanas, comenzarás a ver raíces desarrollándose en los esquejes. Una vez que las raíces tengan al menos 2-3 cm de longitud y sean lo suficientemente fuertes, los esquejes estarán listos para ser trasplantados.
- Prepara las macetas: Llena macetas individuales con tierra para macetas bien drenada. Puedes agregar un poco de perlita o vermiculita para mejorar el drenaje si es necesario. Haz un pequeño agujero en el centro de cada maceta donde colocarás los esquejes.
- Transplanta los esquejes: Con cuidado, retira los esquejes del agua y colócalos en los agujeros preparados en las macetas. Cubre las raíces con tierra suelta y presiona suavemente para asegurar los esquejes en su lugar.
- Riega los esquejes trasplantados: Después de trasplantar los esquejes, riégalos bien para asentar la tierra alrededor de las raíces. Luego, coloca las macetas en un lugar cálido y luminoso, pero evita la luz solar directa durante los primeros días para que los esquejes se adapten al nuevo entorno.
- Mantenimiento: Continúa cuidando tus esquejes de romero trasplantados proporcionándoles agua regularmente y asegurándote de que reciban suficiente luz. Con el tiempo, desarrollarán un sistema radicular fuerte y crecerán para convertirse en plantas saludables y vigorosas.
Siguiendo estos pasos, podrás cultivar exitosamente romero a partir de esquejes en agua y trasplantarlos en macetas para disfrutar de esta deliciosa hierba en tu hogar. ¡Buena suerte!