La cúrcuma puede aportar muchos beneficios al organismo, pero también beneficia a las plantas, aunque pueda haber dudas al respecto. Este ingrediente, originario de la cocina india, es una especia muy utilizada en la cocina, con un color y un sabor característicos, y propiedades excepcionales. Con solo una cucharada, tu Árbol de Jade florecerá, veamos cómo hacerlo.
La cúrcuma se considera un ingrediente indispensable en el hogar. Pertenece a la familia de las Zingiberaceae y se utiliza tanto con fines medicinales como dietéticos, con muchos beneficios. No es de extrañar que se utilice para tratar una amplia gama de trastornos, incluyendo hinchazón, colesterol alto y digestión, haciendo el proceso mucho más simple y rápido. Gracias a sus excelentes propiedades antioxidantes, antivirales y antibacterianas, actúa en todo tipo de problemas, convirtiéndola en un imprescindible en la cocina y en el jardín. Al parecer, también es un aliado en el tratamiento de las plantas, cualesquiera que sean.
Su acción fungicida da excelentes resultados cuando se utiliza en el jardín. Cura las heridas causadas por la jardinería y elimina los insectos y parásitos de las plantas que, a la larga, llevarían a su muerte. Para su uso en las plantas, basta con mezclar la cúrcuma con agua a temperatura ambiente. En lugar de recurrir a tratamientos químicos dañinos para la salud, para el suelo y para la planta misma, para eliminar hongos y bacterias es suficiente aplicar una generosa cantidad de polvo y tratar adecuadamente la zona fuertemente infectada. La cúrcuma es, por último, particularmente eficaz en el tratamiento del oídio, una enfermedad de las plantas causada por hongos. Para ello, es necesario preparar una mezcla con la ceniza.
Se necesitan exactamente dos partes de la primera y una cucharada de la segunda. Luego, se esparce la mezcla directamente sobre la planta enferma y a veces se esperan los primeros resultados. ¿Qué esperas? ¡Pon en práctica estos consejos de inmediato!