Las plantas y flores de nuestro jardín, al igual que las plantas de interior, están expuestas durante todo el año a diversas enfermedades y plagas.
Entre las plagas más comunes se encuentran los pulgones, moscas blancas, ácaros, y diferentes tipos de escarabajos y gusanos. Estos insectos atacan a las plantas, se alimentan de su savia y chupan sus hojas, lo que puede provocar la deformación y el marchitamiento gradual de las hojas, lo que puede llevar rápidamente a la muerte de toda la planta. Además de estos insectos chupadores, también sus larvas pueden dañar la cosecha y destruir los frutos.
Pero no solo se trata de estos animales en el jardín. Las plantas, arbustos y árboles frutales también están amenazados por diversos hongos, enfermedades y mohos. Pueden manifestarse como un polvo blanco en las hojas o manchas marrones extensas. Estas enfermedades debilitan las plantas, limitan su capacidad de fotosíntesis y, por lo tanto, afectan su respiración. Por lo tanto, la vida de la planta está en peligro.
Para combatir tanto las plagas como las enfermedades, es necesario actuar.
No es soda, como la gaseosa
En la vida cotidiana, nos encontramos principalmente con dos tipos de soda: bicarbonato de sodio y polvo de hornear.
El bicarbonato de sodio (bicarbonato de sodio) es una sal alcalina que se utiliza en la industria alimentaria y tiene la capacidad de liberar dióxido de carbono, lo que contribuye a la fermentación de la masa. Pero lo importante es que tiene propiedades antibacterianas y desinfectantes. Se utiliza ampliamente como desinfectante y limpiador doméstico.
Por otro lado, el polvo de hornear es una mezcla de varios ingredientes y se utiliza en la industria alimentaria para reemplazar al bicarbonato de sodio.
El bicarbonato de sodio y el polvo de hornear son excelentes herbicidas.
Prepara un spray de bicarbonato de sodio
Para sustituir realmente los productos químicos industriales y proteger las plantas de manera funcional y efectiva, necesitas preparar un spray de bicarbonato de sodio.
¿Cómo hacerlo?
Necesitarás agua, bicarbonato de sodio, aceite de mesa y jabón líquido o jabón de castilla. Agrega 2-3 cucharaditas de bicarbonato de sodio, 1 cucharadita de aceite y 2-3 gotas de jabón líquido por litro de agua. ¡Mezcla bien! Vierte la mezcla en un rociador y mezcla nuevamente. Luego, rocía regularmente las plantas con esta solución. Recuerda agitar siempre antes de usar. Esto eliminará los insectos dañinos y las enfermedades fúngicas y virales de las plantas.
Rocía cuando no haya sol. Reemplaza el agua común con una decocción de hierbas que ahuyente a los insectos y tenga propiedades desinfectantes. Puedes usar hierbas como tomillo, lavanda, menta, cola de caballo, o ortiga.