Para cultivar menta en agua, lo que debes hacer es cortar un tallo de menta de unos 10-15 cm de largo de la planta original.
Retira las hojas inferiores y coloca los esquejes en un vaso lleno de agua o en una botella. Mantén la botella en un lugar fresco y luminoso que reciba luz indirecta (como la luz de una lámpara).
Cambia el agua todos los días. El tallo cortado crecerá algunas hojas más y durará varios días; luego, puedes plantarlo en un recipiente lleno de tierra o usarlo.
Requisitos para cultivar menta en interiores
Cultivar menta en interiores es útil, ya que añade sabor a vegetales, ensaladas, yogur, carne y, si pruebas las hojas recién recogidas, el sabor es maravilloso. Además, si quieres hacer un jardín de hierbas en casa, la menta es la mejor hierba para comenzar.
Hay algunos requisitos simples que debes tener en cuenta al usar una maceta de tamaño mediano (7-12 litros sería ideal) para cultivar menta en una maceta.
Ubicación de las plantas de menta
La menta puede tolerar algo de sombra exterior, pero necesita al menos 3-4 horas de luz solar directa para crecer bien. Elige un lugar donde pueda recibir abundante luz solar y una adecuada circulación de aire. Cerca de una ventana o puerta, o en un balcón, es el mejor lugar para el crecimiento de la menta.
Fertilizante
Las hierbas cultivadas en interiores o en cualquier lugar no deben ser fertilizadas en exceso, ya que perderán su sabor. Ocasionalmente, es suficiente regar las plantas de menta con un fertilizante soluble en agua. También puedes cubrir la capa superior de la maceta con compost o fertilizante.