La poda de los tomates es un paso esencial para multiplicar la producción de frutos más grandes y sabrosos. Sin embargo, para obtener buenos resultados, debes proceder a la poda en el momento adecuado.Además, también debes conocer la variedad de tomates que se pueden podar.
En este artículo, descubrirás varios consejos prácticos sobre la primera poda de los tomates para una producción próspera este verano.
¿Cuáles son las variedades de tomates que se deben podar?
Antes de proceder a la poda, ten en cuenta que solo los tomates de crecimiento indeterminado requieren poda. Este tipo de tomate tiene un crecimiento continuo durante la temporada de verano. En cambio, los tomates determinados pueden crecer solo hasta cierto tamaño.
Si podas los tomates de crecimiento indeterminado, puedes obtener una buena cosecha mientras mejoras la circulación del aire en la planta. De hecho, una buena ventilación permite reducir la humedad, lo que previene la formación de enfermedades fúngicas.
Además, la poda que elimina los brotes innecesarios es necesaria para que la planta pueda concentrar su energía en la producción de frutos y no en el crecimiento de hojas y tallos.
La eliminación de estos brotes también puede facilitar la penetración de los rayos del sol, lo que permite que los frutos maduren más rápidamente.
¿En qué momento retirar las primeras hojas de tus tomates?
Los expertos aconsejan proceder a la poda de las plantas de tomate hacia finales de junio y principios de julio. En ese momento, las primeras flores de tus tomates pueden identificarse fácilmente.
Luego, después de 10 o 14 días, debes realizar una segunda poda. Después, es posible hacer una tercera poda si las plantas lo necesitan.
También debes dejar de podar tus tomates una o dos semanas antes de las fechas de la primera cosecha. Es importante respetar esto porque las plantas de tomate necesitan un poco de tiempo para producir nuevas hojas que protejan los frutos del sol.
¿Cómo podar las plantas de tomate?
Debes podar las plantas jóvenes de tomate por la mañana, cuando el follaje ya no esté humedecido por el rocío de la mañana. Para hacerlo, debes eliminar los chupones.
Durante la poda, usa guantes y asegúrate de utilizar herramientas desinfectadas y afiladas. Es posible limpiarlas con una solución a base de alcohol, por ejemplo.