La siembra de ajo de invierno tiene muchas ventajas. Las variedades que pasan el invierno en los lechos crean cabezas más grandes y maduran más rápido que las que se siembran en primavera. Además, permiten una mayor cosecha, ya que están menos expuestas a enfermedades y plagas.
El portal deccoria reveló cuándo y cómo plantar ajo de invierno. Antes de embarcarte en la siembra, asegúrate de hacer una cosa. Esto garantizará una cosecha grande y saludable.
La siembra de ajo de invierno: ¿cómo y cuándo plantarlo? El ajo se puede plantar en dos épocas: en primavera y en otoño. Las variedades de primavera se plantan en primavera. Sin embargo, en octubre o a principios de noviembre, se plantan las variedades de invierno resistentes al frío. Pero no puedes esperar demasiado para plantar el ajo de invierno, de lo contrario, no tendrá tiempo para enraizarse antes del invierno y morirá.
Sin embargo, se pueden obtener cabezas más grandes del cultivo de invierno, así que vale la pena saber cómo hacerlo. Además, las variedades frías maduran más rápido, generalmente en julio. Esto también garantiza mayores cosechas, ya que las variedades de invierno son más resistentes a enfermedades y plagas.
¿Cómo cultivar ajo de invierno? En primer lugar, debes seleccionar cabezas de ajo sanas e intactas, que luego se dividen en dientes individuales. Se plantan verticalmente, con la parte más ancha hacia abajo, a una profundidad de aproximadamente 5-6 cm (para que estén completamente bajo la superficie del suelo). El lugar de cultivo de ajo de invierno debe ser soleado. Antes de plantarlo, el suelo debe estar bien preparado. Es mejor cavarlo con compost o agregar ceniza de madera, que proporcionará los nutrientes necesarios. Después de plantar el ajo, riégalo abundantemente.
¿Cómo proteger el ajo antes de plantarlo? Si quieres tener una cosecha grande y saludable de ajo, debe estar protegido antes de plantarlo (ya sea que se trate de variedades de invierno o primavera). De lo contrario, existe una gran probabilidad de que el ajo tenga cabezas pequeñas y podridas, y todo nuestro esfuerzo será en vano. Para este propósito, vale la pena usar un producto muy barato disponible en todos los hogares, la sal de cocina. Simplemente disuelve una cucharada de sal en tres litros de agua tibia y luego sumerge los dientes de ajo en la solución preparada durante unos minutos. Después de este tiempo, deben secarse y plantarse en el lecho. El tratamiento de los dientes de ajo antes de plantar tiene muchas ventajas. Después de aplicar la solución salina, nuestros cultivos estarán protegidos contra enfermedades fúngicas y las cabezas serán mucho más grandes. Además, esta actividad aumenta la resistencia del ajo al frío. Esto te permitirá obtener rendimientos grandes y saludables. ¡Buena suerte!